top of page

#headcanon: Izuru Kamukura utilizó esta misma habilidad de Ultimate Psychologist, la habilidad de control de la percepción de uno mismo para poder ser de nuevo Hajime Hinata en la isla Jabberwock, tras los acontecimientos de SDR2. "Yo decido quien soy, y no la desesperación... Ni la esperanza. Solo hay que cambiar la percepción. Solo hay que tener otra actitud". Remodeló las memorias que disponía de la personalidad cambiando su propia percepción sobre "quién soy".

Lo que Shinrioga vio en esa pantalla fue el vídeo de la Desesperación. Esa obra creada por Enoshima Junko y Mitarai Ryota con el propósito de realizar un lavado de cerebro a todo aquel que lo viese... Y convertirlo en Despair.

Shinrioga estaba perdido. Ya tenía el vídeo en marcha delante de él. Y no podía dejar de mirarlo. Ya había oído hablar de aquel vídeo, sabía lo peligroso que era y jamás pensó en que se tendría que enfrentar a algo así, pero jamás se imaginó que el Director Tengan lo tenía en un pen-drive en su despacho. ¿En qué estaría pensando cuando insertó el pen-drive en el ordenador? Se supone que, como Ultimate Psychologist, debería saber controlar su mente al menos en gran medida.

...Eso es...

¡¡Eso es!! "

Su cuerpo estaba inmóvil frente a la pantalla. Sus ojos, absortos y preparados para ver más y más de esas imágenes que se adentraban en las percepciones de las personas como un virus. Las tonalidades de distintos colores alteraban la corteza visual y potenciaban emociones a favor de la desesperación, haciendo que estas ahondasen en la memoria experiencial de la persona y creasen una explosión devastadora en el pensamiento del individuo... Eso fue lo que el Ultimate Psychologist pudo analizar en los primeros segundos de ese vídeo.

Antes de que pudiera caer en la más absurda desesperación.

" ¡¡No!! Yo... ¡Yo decido! "

La mente del susodicho comenzó a pelear contra los fuertes estímulos que esas grotescas grabaciones emanaban. Era algo inhumano... ¿O tal vez no? 

Poco más pudo pensar a continuación. El psicodélico sonido del vídeo le estaba robando la concentración que tanto necesitaba. Solo necesitaba unos segundos... Solo... *Click*. El interruptor se activó. Esta vez, Shin decidió una cosa: No volvería a ocurrir lo mismo que ocurrió en su casa, cuando vio toda esa desesperación en su sótano. No perdería el control de su percepción, y por ende de su actitud. Esta vez sería distinto. Se lo juró en los últimos segundos de concentración de los que dispuso para el momento en que solo su percepción más natural bailaría con los estímulos de ese vídeo.

. . .

Su cerebro recordó por sí solo las enseñanzas, lo que aprendió de las teorías de la percepción humana, y del libro de Viktor Frankl. Durante esos segundos previos a perder la capacidad de concentración interna, se dijo:

 

"Tú decides cómo percibes lo que ves, Shin. Tú decides. Puedes percibir algo sin valorarlo, puedes percibir algo tan solo "viéndolo", solamente viendo su esencia y lo que es, y no cómo es. Céntrate en el 'qué'. Y no en el 'cómo' ni 'por qué' de las imágenes. Solo así tendrás alguna esperanza de salvarte. La actitud es lo único en lo que eres libre, Shin. Nadie puede arrebatarte una buena actitud ante las peores adversidades de la desesperación. Vamos... ¡Tú puedes! ¡Tú decides quién eres!"

Su mente comenzó a trabajar sola en base a esas premisas mientras sus ojos y oídos tragaban esos desesperantes estímulos del vídeo de lavado de cerebro. Cada ápice de este, su cerebro lo filtraba, descartando la información acerca de "por qué hacen eso" y dejando solo el "qué hacen" los personajes de ese vídeo. No juzgaría lo que estaban haciendo, no sentiría aflicción alguna por esa carnicería. Tan solo recibía información de la forma más fría posible, sin dejar que le afectasen esas imágenes.

 

Asimismo, la mente se aferró a una apercepción emocional, es decir "se cerró en banda" no queriendo acoger aquello que alterara las emociones. Sus oídos escuchaban, pero no escuchaban; pues las imágenes que en realidad pasaban por la mente de Shin, no eran las del vídeo. Eran las de Viktor Frankl, el hombre al que Kizuya Shinrioga más idolatra y al que considera Ultimate Hope, diciéndole al mismo que "estas imágenes dan sentido".

"Parece que sí, que dan un sentido, pero no llevan más que al mayor vacío que puedas experimentar, Shin. El único sentido que te pueden dar es el sentido de la Desesperación: Un sentido vacío."

 

"Acógelas; acoge las imágenes, Shin. Guárdalas en tu mente. Pues el tenerlas no es malo. Solo son algo más que va a pasar por tu vida, algo doloroso y atroz, algo desesperante e impío, mientras tú mantienes tu actitud de esperanza. Tú puedes modelar tu actitud, Shin, y no este vídeo. Tú decides. Tú decides."

De pronto y sin que el mismísimo Shin se diera cuenta, empezó a gritar de forma despavorida. Cualquiera podría oírle desde ahí, pero nadie acudió al rescate. Sus ojos estaban abiertos como platos, sentía un sudor frío y sus manos no reaccionaban para poder tapar sus oídos. Los lagrimales empezaron a dejar caer gotas de agua una tras otra, cubriendo sus mejillas con un llanto desconsolado. Su cabeza funcionaba de una forma desatada para soportar aquello que estaba viendo y escuchando.

El vídeo llegó a su fin, y... Antes de que este siquiera pudiera acabar, Shin había cerrado los ojos y había caído inconsciente frente a la pantalla del ordenador. Minutos después llegaron las primeras personas al despacho, de una vez. En lugar de encontrar al Director, el cual aparentemente estaba en paradero desconocido, encontraron a Shin inerte en el asiento del escritorio.

Descubrieron que vio el vídeo. Lo que hicieron con él tras descubrirlo, os lo podéis imaginar... Vale, no, no lo mataron, pero por poco. Nadie le creyó cuando decía que el vídeo no le había afectado una vez despertó. Era imposible.

 

La Future Foundation le encerraron y le torturaron manteniendo lo sucedido en secreto entre unos pocos miembros, intentaron que confesase que se había convertido en un Ultimate Despair, pero no había manera. Irónicamente, el que la Future Foundation le hiciera eso a Shin, solo podía servir para incrementar los niveles de desesperación de la persona torturada... Y eso mismo les dijo Shin a aquellas personas.

Él estaba cuerdo. Superó las fuertes percepciones que inculcaban ese vídeo con un esfuerzo sobrehumano de su capacidad mental. Y lo logró. Solo tuvo que seguir esas indicaciones: Controla tus percepciones, y ni aunque maten a toda tu familia ante ti, perderás la sonrisa por muy macabro que esto pueda parecer. Y así lo hizo. En todo ese tramo de torturas y actos macabros hacia su persona, Shin no paró de sonreír y de mostrar una actitud irrefrenablemente positiva y esperanzadora. Lo que hacía que los torturadores pensasen que, en efecto, se convirtió en un Ultimate Despair. Nadie podía sonreír ante esa clase de torturas y estar cuerdo al mismo tiempo. Solo había un matiz distinto: Esta sonrisa era pura y sincera, y para nada se asemejaba a la sonrisa retorcida y exhuberante de aquella chica de la clase 78 o de los psicólogos subordinados del tratamiento de los psicópatas que enloquecieron en su propio sótano.

Tras días enteros sin ver la luz del sol, acabó por salir de ese agujero malherido y con una serie de personas que aún sospechaban de él. Le podrían haber matado... Pero una persona les frenó, y terminó por ser liberado después de tan arduos intentos de convencerles de que en su corazón existía la más pura esperanza.

 

Abandonó la Future Foundation, manteniendo contacto con algunos, pero borrando su rastro de todo lo demás. Trabajaría por su cuenta en el nuevo mundo, pero aceptaría toda ayuda que cualquiera le quisiera brindar.

 

Lo logró. Había superado su propia Desesperación.

Ahora solo le faltaba superar la Desesperación de los demás...

bottom of page