
Aquí se hablará de tres partes de la historia de Shin, siendo la del medio la parte más densa de su historia:
-Su pasado
-Antes de la Tragedia
-Después de la Tragedia
ATENCIÓN: Este personaje lo puedo rolear en cualquiera de estas partes de la historia (desde pre-DR1 hasta post-DR3), salvo Su pasado puesto que solamente es un background que concierne su vida antes de llegar a Hope's Peak Academy.
Su pasado
Kizuya Shinrioga es el primogénito de la familia Shinrioga, una familia bien estructurada y sin problemas de dinero que vivió apaciblemente en las afueras de una buena ciudad. El pequeño Shin, conocido así por todo el vecindario, asistió a la educación obligatoria bastante más tarde que el resto de niños; mientras los demás comenzaron la educación primaria a los 6, él no empezó hasta los 8 años. Allí hacía las tareas de manera más lenta que los demás niños, las primeras pruebas las suspendió, y le costaba socializar. Aunque sí que tuvo una amistad relevante en este periodo, con la única que llegó a conectar verdaderamente; Ivy Igakura, una chica vivaracha la cual tenía ideas peculiares respecto a las personas. A Shin le atrajo el hecho de que ella no parara de hablar de que "si una persona hacía tal cosa, luego seguramente haría esta otra", "Si a un perro le enseñas una galleta, seguro que babea". Eran análisis primitivos de conductas. El pequeño chico no tardó en sentir un entusiasmo peculiar por las conversaciones que podía tener con esta niña, hasta el punto de ignorar casi totalmente las clases y por lo cual recibía reprimerndas.
Poco después, varios expertos del centro; entre otros los orientadores y una psicóloga, concluyeron en que el pequeño Shin sufría una discapacidad intelectual (vulgarmente conocido como "retraso mental") que le impedía ir al mismo ritmo que sus compañeros de clase, y opinaron que debería recibir ayuda para poder acabar llevando una vida normal por su cuenta.
A los 12 años, edad en la que el chico debería pasar a la Educación Media y dejar la primaria, se vio atascado sin remedio. Incluso Ivy pasó a secundaria, dejándole a Shin detrás. Por todo esto Shin, demostrando una madurez impropia para su edad, decidió dejar los estudios que estaba cursando; lo cual era ilegal pues la educación es obligatoria hasta los 15/16 años de edad. Y más para el pequeño Shin, con su presunta discapacidad. Pero dicha madurez embelesó a sus progenitores, no se esperaban una actitud tan madura de él; y sabían que esto debía de ser algo muy importante, no era posible que su hijo con discapacidad intelectual demostrase de pronto un intelecto digno casi de una persona adulta.
Comenzaron a pensar... ¿Se habrían... Equivocado?
El mismo Shin les dio la respuesta. «Sí. Mirad este libro. Aquí pone que las pruebas que me pasaron para decir que soy tonto están obsoletas, es decir, no sirven. Y en este otro libro dice que las pruebas de inteligencia están pasando por una revolución y que van a cambiar. En este otro libro pone que varios estudios han confirmado que muchos niños han sido considerados "tontitos" erróneamente por estos tests psicológicos mal tipificados... ¿Lo ves, papá? ¿Lo ves, mamá?»
Libros y libros pasaban por las manos del pequeño Shin mientras se los mostraba a su padre y su madre. Los parientes del chico se quedaron sin palabras. ¿De dónde salieron esos ejemplares? ¿Quién se los dio a Shin? Ellos jamás compraron esos tomos.
«...En clase... Me aburría. ¡No entendía por qué debía hacer números, ni pruebas de inteligencia ni pruebas de aptitud para el futuro! ¡No soy una pieza que hay que poner en una casilla! ¡Soy único!»
Palabras impropias para un simple niño de 12 años. A partir de ese día, Shinrioga Kizuya estudió lo que quiso: esos libros que hablaban sobre los tests psicológicos. Luego pasó a los grandes manuales de psicología occidental, y de ahí pasó a ver además conferencias de las grandes figuras de la psicología por internet, hasta llegar a los 14 años y poder ir él mismo a esas conferencias con su madre o su padre.
Habían desatado su eje de inteligencia. Ya no mostraría discapacidad nunca jamás... Todo sería un ancho mar de capacidades.
Antes de la Tragedia
A los 15 años de edad, el joven Shin había hecho un descubrimiento increíble para la humanidad: Había ideado una técnica que "curaba" la psicopatía, aquel trastorno de la personalidad que, hasta entonces, jamás tuvo un remedio totalmente válido y efectivo y no hacía más que contaminar la vida de muchas personas así como a la humanidad misma con asesinos en serie y demás personalidades delictivas y conflictivas con la sociedad.
Fue en ese momento en que llamó la atención del Reclutador de Hope's Peak Academy. Al año siguiente, con 16 años de edad, entró en la academia que le aseguraría un futuro próspero y esperanzador. Entró a la institución con el título de Super Nivel de Preparatoria: Psicólogo, y asistiría a la clase 75.
Allí desarrolló aún más sus habilidades en cuanto a la percepción de las cosas (con técnicas como "Mindfulness", "Biofeedback", "Bioenergética"...), también mejoró su memoria, su capacidad de atención a cualquier factor, su inteligencia emocional (control de las emociones ajenas y propias, empatía, asertividad), sus conocimientos sobre la psicología se expandieron mucho más que por su cuenta, adoptó una corriente acorde a él y, mientras tanto, siguió con el tratamiento de varias personas para erradicar su psicopatía.
La Academia misma sustentaba los fondos para que este tratamiento tan arduo (6 años de duración) siguiera su curso con la supervisión de Shin sobre varios psicólogos profesionales, siguiendo todos y cada uno de ellos sus pautas. Lo único... Es que la Academia jamás supo cómo es ese tratamiento que elaboró Shin. Él nunca lo quiso decir, y sabía que no estaba obligado a hacerlo. Tan solo lo conocía él y los profesionales a su cargo. Juró, sin embargo, que cuando estas 15 personas llegaran a ser curadas finalmente de psicopatía demostrando así que su tratamiento era eficaz, revelaría al mundo este secreto que le llevó a convertirse en el Ultimate Psychologist.
Su entrada a Hope's Peak
El periodo de tratamiento tan solo llevaba 4 años en curso cuando Shin estaba a punto de graduarse en Hope's Peak Academy, y lo único que se conocía sobre el tratamiento de Shinrioga Kizuya era la teoría que él mismo brindó al mundo sobre cómo era posible curar la psicopatía... Pero en ninguno de estos escritos habló del tratamiento en sí.
Pero aunque hubiesen pasado los 6 años finalmente, Shin no podría hacer tal cosa como desvelar su técnica. Porque ocurrió la Tragedia en el año 2012.
Se graduó en el año 2011. Tras esto, nunca quiso irse de la Academia, y siguió yendo a varias clases como espectador con el consentimiento del Director. Su excusa fue que quería seguir aprendiendo en la institución conforme sus estudios sobre el fenómeno psicológico de la psicopatía y el proceso del tratamiento seguían su curso. Pero lo que en realidad quería, era analizar a los estudiantes, analizar el entorno de la clase, el profesor, sus conductas dentro de ella, el cómo trabajaban... Todo servía, claro está, para acrecentar sus conocimientos y realizar estudios psicológicos de campo al respecto. En ese mismo año asistió de oyente a muchas clases distintas, cada día a una diferente. ... Siendo una la clase 78, la cual cursaba por el 2º año en la Academia. Ese día conoció con sus propios ojos sujetos muy peculiares dentro del aula. Les observó a todos y cada uno de ellos desde el pupitre más lejano al profesor, allá donde nadie podía verle pero sin embargo él a ellos, sí.
Pero a su lado... Estaba sentada la única alumna de la clase 78 que sí podía verle. Durante todo ese día dentro de esa clase, la chica que estaba a su lado... Se le quedó mirando con una sonrisa demasiado amplia, algo infantil pero a la vez retorcida, o eso fue lo que el ojo clínico de Shin pudo rescatar. No paró de mirarle fijamente en toda la jornada de ese día.
Shin no volvió a asistir a la clase 78 como oyente. Pasó 1 año; llegó 2012, el año en el que aconteció La Tragedia. Él no podía creerlo. Pero, así como Viktor Frankl hizo años atrás, él no sucumbiría a una desesperación tan grande. Tenía un sentido para seguir, un sentido que libraría a la humanidad de muchos males, que la ayudaría... Su tratamiento para la psicopatía a esas 15 personas seguía en pie en la clandestinidad.
Un día en el que la huelga de Estudiantes de Reserva logró allanar la Academia de los Estudiantes Primarios, él se mantuvo resguardado en su hogar. Y allí, en su amplio sótano, los profesionales encargados de los 15 psicópatas seguían trabajando. Al día siguiente Shin bajó a comprobar el progreso de su creación, pues ya transcurrieron casi 6 años de tratamiento. Lo que contempló ahí dentro... No, jamás se lo podría haber imaginado. Sus psicólogos subordinados asesinaron a sangre fría a los 15 psicópatas allí confinados. Justo cuando su obra iba a quedar finalizada... Justo... Faltaba tan poco... Dio un par de pasos, incrédulo, hacia uno de los psicólogos. Sus ojos... No reflejaban humanidad, y sus caras mostraban una amplia sonrisa. Una sonrisa similar a aquella sonrisa que vio en esa chica de la clase 78, hace tanto tiempo.
Su sentido de vivir había desaparecido. Era un hombre con un vacío existencial descomunal. Su Esperanza había desaparecido. Y no pudo controlar su percepción de los hechos y, por tanto, su actitud. Esta actitud se envolvió en la Desesperanza. Ese mismo día, Shinrioga Kizuya asesinó a esos psicólogos allí mismo prendiendo fuego al sótano y cerrando la puerta durante un día entero.
La Tragedia
Después de la Tragedia
Pasaron varios días encerrado en su hogar, sin saber qué hacer. Tras un tiempo... irremediablemente el abatimiento y la represión de la idea de suicidarse le llevaron, sin querer, a abrir su sótano antes de cometer el peor atentado contra la vida humana. El olor a podredumbre de los cadáveres quemados inundaban el lugar, y Shin se tuvo que tapar la nariz. Miró a un lado. Allí, en una esquina, se hallaba uno de sus subordinados muerto, pero... Tenía una postura extraña. Estaba hecho un ovillo, como si estuviese protegiendo algo con su propio cuerpo. Shin se acercó decidido a investigar el cadáver, por esa simple razón. En el pecho del cuerpo chamuscado, encontró intacto un libro: Era el famoso libro de Viktor Frankl.
"Claro. Leer sobre lo que más me gusta, sobre la psicología, me quitará estas ideas tan desquiciantes de la cabeza. ¿Me estaré convirtiendo en un psicópata...?"
Sacudió la cabeza, volvió a su salón y comenzó a releerse ese libro por enésima vez. Solo que, esta vez, vio las palabras que guardaba ese libro con unos ojos diferentes.
Lo había olvidado. Había olvidado la búsqueda del sentido, había olvidado su libertad para tomarse las cosas como él quisiera, para cambiar su actitud frente a las adversidades y ser así feliz siempre. Había olvidado su significado de la Esperanza. Casi sucumbió a la Desesperación.
Salió pues de su casa, y se encontró con un mundo en llamas. Corrió con ese libro y otros más de psicología en su bandolera de color fucsia, huyendo de todo aquel que quisiera hacerle mal en ese nuevo mundo desesperado. Milagrosamente, se encontró con gente de bien: miembros de la Future Foundation.
En la Future Foundation
No le quedó otra que colaborar con esa organización en lo que pudiera. Su sentido de vivir, su cura contra la psicopatía, había desaparecido, y el mundo debía ser restablecido para que esta idea pudiera volver a flote... Esa idea y muchas más.
En la Future Foundation, debido a sus grandes habilidades adyacentes al ámbito de la psicología, fue confinado a la 7ª División liderada por Miaya Gekkogahara, en la cual trabajó en asuntos administrativos de la fundación. Pero, sobre todo, dentro de esa División Shin colaboró en la elaboración de terapias contra la desesperación, siendo la más renombrable entre ellas el proyecto Neo World Program. Posteriormente llegó a trabajar en otras Divisiones como puede ser la 5ª División liderada por Chisa Yukizome, siendo esta División el centro de Inteligencia e Investigación de la Future Foundation; o la 10ª División liderada por Ryota Mitarai, en la que Shin llevó a cabo trabajos exhaustivos en relación con la restauración de la educación y de valores culturales en el mundo.
Pasó bastante tiempo. Un día, buscando al Director, al cual Shin quería citar para poder conocerle más detenidamente al fin dado que le consideraba un sujeto muy interesante, encontró en su despacho un pendrive de color rojo. Algo inadmisible se le pasó por la cabeza. Encendió el ordenador de la misma mesa en la que encontró ese pen-drive, e insertó el mismo en la ranura USB. En primera instancia le pareció que alguien dejó ese pen-drive ahí, tan a la vista, a propósito. Ya con este activado, un vídeo se presentó en la pantalla LED ante los ojos de Shinrioga Kizuya.
Lo que ocurrió después...
A partir de aquí el futuro de Shinrioga Kizuya es desconocido, como el de cualquier otro.*
* ...PINCHA AQUÍ